Palabras Sueltas, Para Educar

Dichosos los pechos que te criaron

Este título tan sugerente es un versículo de la Biblia. Pues sí, en la Biblia está todo lo que busques para la vida 😉

Dichoso el vientre que te dio a luz y los pechos que te criaron. Luc. 11:27

Hace unas semanas, vi por las redes que comenzaba a moverse una Iniciativa de Voluntariado Pro-Lactancia, muy potente, llamada LactaSfera. Dedicada a facilitar la lactancia. Si no has tenido que pasar por esto de parir y dar el pecho, seguramente este tema te interese tanto como nada. Pero te aseguro que te vendría bien conocer del tema, aunque sea por curiosidad intelectual o para socorrer un día a alguien cercano que esté atravesando por esto. Porque sí, hay que atravesarlo. Te llenas de dudas, miedos, incomodidad, cansancio, hartazgo. Algunas lo viven como “lo mejor que les ha pasado en sus vidas”, otras lo hemos vivido más bien como… “no está mal, pero la maternidad es mil cosas más” y así, tantos matices que podríamos darle al tema.

Sin embargo, te traigo hoy una palabra certificada al respecto. Una entrevista que bien podría salir en formato libro 😀

Espero sea de utilidad para alguno o alguna !

¡Hola Sarai! Muchísimas gracias por dedicarnos parte de tu tiempo. Sabemos que estás en muchas actividades, sobre todo con el inicio de LactaSfera, que ya nos contarás un poquito al respecto. Sabemos que eres médica y estás certificada en lactancia. Algo super inusual en el mundo de la medicina. Diría que en general hay mucha ignorancia al respecto entre los médicos, incluso enfermer@s. Personalmente pienso que la lactancia es uno de los temas olvidados de la maternidad y las áreas de la salud que se dedican a esta época, ¿como se llama? ¿Puerperio? 
Para mi fue una época súper compleja, para nada agradable. Sobre todo en el primer embarazo, luego con la segunda logré disfrutar, y comprendí que es algo de lo que hay mucho desconocimiento generalizado. Y aquí viene mi primera pregunta (o varias en una)
¿Por qué?! ¿Por qué no se habla de esta etapa? ¿Por qué no se vive de forma más natural? No es natural amamantar, ¡para mi fue un trabajo! ¿Qué pasa con esto?

Efectivamente, Maijo, como dices, la maternidad implica muchísimas cosas, por eso precisamente, como la lactancia es la experiencia inmediatamente consecuente tras el embarazo y el nacimiento, vale la pena que pueda ser una experiencia satisfactoria y tan exitosa como posible, ya que no solo abarca ese periodo, sino es una inversión saludable a todo nivel para toda la vida. Así que, no es solo tu caso, está bien documentado que la gran mayoría de las lactancias con dificultades, experiencias negativas o incluso no exitosas, se relacionan con diversos factores como: falta de información/formación, falta del apoyo oportuno, tanto personas cercanas o familiares, como de profesionales sanitarios, y expectativas poco realistas –a esto me referiré más adelante-.

Y por el contrario, visto en positivo, gran parte de la ‘clave’ en una lactancia materna satisfactoria y duradera está en estos pilares fundamentales: información/formación de calidad y contar con el apoyo adecuado a todos los niveles, para que la buena disposición de la madre para amamantar no se vea truncada en una vivencia de fracaso.

Por eso sí, la lactancia materna necesita que la tengamos en cuenta, que no se quede ‘de puertas para adentro’.

Como sociedad en general y como familias en particular necesitamos recuperar la cultura de la lactancia. Esa cultura, que, por otro lado, ha existido desde siempre, como seres humanos y como mamíferos, hemos sido diseñados y creados para ello: para alimentar a nuestras ‘crías’ con leche materna y para ser alimentados de forma exclusiva con esa leche que nos proporciona nuestra madre; además de todo el amor con el que nos nutre, tanto ella como el padre.

En relación a esta cultura de la lactancia que necesitamos recuperar, es importante considerar la lactancia como un fenómeno biocultural.

‘Bio’ porque es natural, es lo fisiológico, lo biológico, el funcionamiento ‘normal’ de nuestros cuerpos de mujer que, desde nuestra vida embrionaria, infancia, adolescencia, pubertad, con cada menstruación y cada embarazo, se preparan para que ese par de glándulas mamarias sean funcionales y productivas para disponer del alimento de la mejor calidad imaginable que es la leche materna.

Y ‘cultural’ porque como antes mencionaba, solemos tener unas expectativas un tanto confusas por lo que vemos en nuestro entorno y lo que después vivimos. Nos rodean imágenes sobre la maternidad ‘blancas, relucientes e impolutas’ de anuncios y fotografías tan absolutamente ‘perfectas’ como falseadas. Con la actual individualización de la vida, la familia ‘nuclear’ y pérdida de la comunidad o ‘tribu’ -como se suele llamar- un gran número de mujeres se llegan a sentir desamparadas en esa nueva faceta de su vida, con mucha ‘infoxicación’ alrededor, con un deseo de que su maternidad no solo sea extraordinaria –como pueden serlo todas-, sino que sea ‘inmejorable, insuperable, la mejor’, con unas cargas emocionales innecesarias, y con el riesgo de sufrir más que gozar de esa etapa única. Además, por si eso no fuera poco, el entorno de la madre puede influir de forma muy decisiva, tanto para bien como para terminar de fastidiar: comentarios gratuitos completamente innecesarios, presiones, recomendaciones desafortunadas, informaciones falsas, entorno laboral hostil, escasez de acompañamiento adecuado, etc.

Como te contaba en mi caso la ansiedad, el estrés, el miedo, la incertidumbre complicaron mucho conseguir la lactancia. ¿Hay alguna explicación científica para esto?

Creo que tu enfoque va bien encaminado. Efectivamente las emociones y sentimientos negativos no solo no ayudan, sino que dificultan el proceso. En el funcionamiento de nuestro cuerpo para la producción de la leche en las mamas, intervienen una extraordinaria multitud de factores internos y externos, que se combinan equilibradamente para que el baile de hormonas, células, nutrientes, resulte en ese espectáculo maravilloso de la transferencia de leche al bebé.

De forma extremadamente resumida –y disculpas anticipadas por la simplicidad- en la producción y eyección de leche intervienen dos hormonas fundamentales: la prolactina y la oxitocina. Siguiendo en términos sencillos aunque metafóricos para no aburrir, nos quedamos con el concepto que la prolactina estimula la producción de leche en los ‘camerinos’ (en los alveolos mamarios, pequeños ‘saquitos’ de células productoras de leche o lactocitos), y la oxitocina impulsa a que la leche ‘salga a escena’ (contrae las células mioepiteliales –con fibras musculares- situadas alrededor de los lactocitos en los alveolos, permitiendo que la leche se desplace hacia los conductos mamarios).

Durante el estrés, la ansiedad, las emociones negativas, etc, el escenario de nuestro organismo se inunda de ‘abucheos’ hormonales, y las hormonas vinculadas al estrés (adrenalina, noradrenalina, cortisol…) ‘gritan’ de tal modo que acobardan a las ‘protagonistas’ de la escena y el acto de la producción y eyección de la leche no logra concluir su espectáculo con vítores y aplausos.

A parte de la imbrincada danza hormonal, la parte más emocional o psicológica de la vivencia de una lactancia con dificultades, retroalimenta sentimientos de impotencia, hace aflorar miedos solapados o inhibe la percepción de poder, de logro, de capacidad, de suficiencia, de seguridad, de confianza, de ser consciente de que si se ha podido concebir y gestar a un maravilloso ser humano de 3kg aproximadamente, con todos sus sistemas orgánicos funcionando en perfecta armonía y autonomía, que tan solo 10 meses antes no era más que un cigoto de una docena de micras con material genético combinado de ambos progenitores ¿cómo no va a ser capaz de amamantar a esa criatura? Por eso es tan importante lo que se llama ‘empoderamiento’ de la mujer, que se sepa y se sienta tan capaz como lo ha sido siempre, y que siga tan autoconvencida que ella sí puede, igual que lo percibía antes de parir. No un convencimiento falso, ni adulador o autosuficiente,  sino una seguridad real de que está preparada para ello, que podrá transitar por sus miedos y frustraciones, que lo que percibe ahora pasará, que las dudas se disiparán, que es la mejor madre que su bebé puede tener.

  • Desde mi formación como psicóloga, entiendo que estos primeros meses y años de vida son claves para una salud integral de los años que vendrán, me refiero tanto a la física, como la mental, la espiritual… ¿Cómo podemos como sociedad superar de una vez la ignorancia en este sentido?

Efectivamente los primeros meses y años son fundamentales para el desarrollo del niño/a primero y del adulto que llegará a ser después. Por ejemplo, las sociedades pediátricas y organismos internacionales como la WHO/OMS y UNICEF, destacan la importancia de los 1000 primeros días de la vida de un bebé, ya que los mayores cambios en el cerebro ocurren en ese periodo, experimentando un crecimiento único: su tamaño se duplica y el número de sinapsis neuronales crece exponencialmente. La neurociencia actual conoce que el cerebro alcanza el 87% por ciento de su peso a los 3 años de edad; y que en esos primeros años, entre el 50-75% del consumo de energía del bebé se asigna al desarrollo cerebral. Sin tener que pensar en cifras, todos podemos comprobar que al cumplir los 2 años, el sistema nervioso del niño/a se ha desarrollado de tal modo que le permite aprender a caminar, hablar, alimentarse, jugar, dormir, etc con la madurez propia de cada etapa, y está listo para nuevos retos y experiencias que sin duda nos producirán gran admiración como madres y padres.

Precisamente es durante este periodo tan crucial, que las mismas sociedades pediátricas, WHO/OMS y UNICEF, validados por los estudios científicos correspondientes, recomiendan que la lactancia materna siga presente, acompañada de otros alimentos. En concreto las recomendaciones son claras: lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y a partir de entonces mantenerla acompañada de otros alimentos, por lo menos hasta los dos años, o más según madre y bebé deseen. https://www.who.int/mediacentre/news/statements/2011/breastfeeding_20110115/es/

No solamente por el aspecto nutricional indiscutible (concretamente en el neurodesarrollo juegan un papel destacado ciertos nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados provistos en la leche materna), sino por el vínculo afectivo que se genera en la díada madre-bebé.

Solamente incorporando estos conceptos en nuestra cotidianidad, lograremos una lactancia normalizada en la sociedad.

Hay además recursos, herramientas y potentes iniciativas establecidas para que poco a poco la ignorancia en materia de lactancia se supere y se promuevan políticas que protejan y promuevan la lactancia materna. Cito algunos de los ejemplos más relevantes:

Declaración de Innocenti, compromiso mundial para la protección, promoción y apoyo a la lactancia materna, producido y adoptado por los participantes en la reunión de la WHO/OMS-UNICEF en el Spedale degli Innocenti, Florencia, Italia, del 30 de Julio al 1 de Agosto de 1990, y refrendada en 2005.

http://www.aeped.es/sites/default/files/1-declaracion_innocenti_1990.pdf

https://www.unicef-irc.org/publications/pdf/declaration_sp_p.pdf

IBFAN, International Baby Action Network. Fundada en el año 1979 en reunión conjunta de la WHO/OMS y UNICEF sobre alimentación infantil. Se compone de grupos de interés público que trabajan en todo el mundo para reducir la morbilidad y mortalidad de lactantes y niños pequeños. Su objetivo es mejorar la salud y bienestar de los bebés y niños pequeños, sus madres y sus familias a través de la protección, promoción y el apoyo a la lactancia materna y las prácticas óptimas de alimentación infantil. Trabaja para la implementación universal y completa del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las resoluciones.

http://www.ibfan.org

WABA, World Alliance for Breastfeeding Action. Red global de organizaciones e individuos dedicados a proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna de todos los niños y madres. Actúa sobre la Declaración de Innocenti y trabaja en estrecha relación con UNICEF. Anualmente impulsa la Semana Mundial de la Lactancia.

http://waba.org.my

ABM, Accademy of Breastfeeding Medicine. Organización mundial de médicos dedicados a la promoción protección y apoyo de la lactancia materna, fundada den 1993. Publica la revista científica Breastfeeding Medicine.

https://www.bfmed.org

–  IHAN, Iniciativa para la Humanización de la Atención al Nacimiento y la Lactancia, impulsada WHO/OMS y UNICEF para animar a los hospitales, servicios de salud, y salas de maternidad a adoptar las prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento.

https://www.ihan.es

IBCLE, International Board of Lactation Consultant Examiners. Organismo que ofrece acreditación como IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant, o consultor/a internacional de lactancia materna) a los profesionales de salud con formación específica en lactancia materna.

https://iblce.org

Sin olvidar a los innumerables grupos de madres y asociaciones prolactancia que realizan un maravilloso trabajo llevando a la práctica todo lo que las citadas iniciativas y organismos proponen, con la calidez y el trato cercano hacia las díadas madre-bebé y sus familiares que toda etapa de lactancia y crianza requiere.

  • Algunos mitos… hay miles… ¡Nos encantaría que nos desmitifiques unos cuantos de ellos!
            No tengo leche
            No produzco suficiente
            Mi leche es de mala calidad, por mencionar algunos…

Mitos hay muchos, casi diría que interminables y cada cual más original. Reflejan las creencias arraigadas y extendidas, en gran medida sin fundamento o con bases completamente sesgadas o erróneas. Aunque también nos toman el pulso de lo que todavía queda por hacer y por mejorar en la salud pública global, en la salud materno-infantil y más en concreto en materia de lactancia.

Los tres que sugieres son de los más habituales y al mismo tiempo dañinos.

– Los casos de agalactia (falta absoluta de leche) y la hipogalactia verdadera (escasa producción de leche por causa orgánica) son extremadamente rarísimos y se relacionan con otros problemas de salud más graves todavía, por lo que en esos casos, la falta de leche es un síntoma más de todo un complejidad de síndromes que puede sufrir la madre (que ahora aburriría explicar al detalle), y que insisto, son excepcionales por su infrecuencia.

– Hay ciertas circunstancias que sí favorecen una ‘falsa’ hipogalactia, es decir, que la madre sí tiene la capacidad de producir leche, pero por una mala práctica de amamantamiento, está reduciendo de forma transitoria su cantidad, bien sea por un horario estricto en las tomas que espacian o reducen la frecuencia con la que el bebé está estimulando el pecho con la succión, o por el uso simultáneo de tetinas, chupetes o biberones que generan confusión del bebé al pecho y éste no está mamando de forma óptima y no succiona adecuadamente, o por la separación temporal entre madre e hijo perdiendo oportunidades ambos de mamar, o por menor cantidad de tomas nocturnas, etc. Sea cual fuere el motivo, este tipo de ‘falsa hipogalactia’ no es definitiva, y con una correcta práctica del amamantamiento y la asesoría oportuna, es recuperable y se puede revertir hasta normalizar la producción y mantener la lactancia en el tiempo.  

– Un concepto sencillo de entender y que no siempre se tiene claro es que la leche no se ‘agota’, siempre está ahí presente y disponible. No se trata de un depósito que se vacía y se llena. La comparación más acertada es un manantial que dispensa leche sin limitaciones, o bien un grifo que el bebé lo abre y siempre tiene leche para tomar.

– Es común que tras unos días después del post parto, la madre note los pechos más blandos y se preocupe al respecto por si eso significa que le está faltando leche. Pero la consistencia blanda de los pechos, lejos de ser un problema es la normalidad: desaparece la congestión e ingurgitación de los primeras semanas (que no solo se debía a cantidad de leche sino a edema o retención de líquido en los pechos) y se establecen mejores condiciones para el amamantamiento con un pecho descongestionado. Es decir, la glándula mamaria trabaja en condiciones normales y no se encuentra sobrecargada de presión.

– Sobre la calidad de la leche, es ciertamente uno de los mitos más crueles. ¿Cómo no va a ser la leche no solo de calidad, sino de excelentísima calidad? Rotundamente no hay nada mejor. Y decirle a una madre que su leche es de mala calidad, es como decirle que es una mala madre, lo cual, además de falso, es totalmente injusto. La leche es de tan exquisita calidad que incluso en las mujeres con desnutrición (en casos de catástrofes o emergencias humanitarias) su leche sigue siendo de excelente valor nutricional e inmunológico. https://www.aeped.es/sites/default/files/comunicado-lmymalnutricionmadre-definitivo.pdf

Cada gota de leche humana se produce a partir de los componentes de la sangre que transfiere y elabora en su interior cada una de las células productoras de leche (lactocitos) de la glándula mamaria. Por lo tanto, estando la madre dispuesta a amamantar, no debe preocuparse por la calidad de su leche; y por supuesto, nadie debe cuestionársela.

– Hay otros mitos relacionado con lo anterior: “tener la leche aguada”. Es cierto que la composición de la leche humana es en un 80% agua, pero no porque eso sea un defecto, sino más bien una virtud. El cuerpo del bebé –al igual que el de cualquier persona- está compuesto en su mayoría (60-70%) de agua. Es comprensible pues, que las necesidades de agua en la leche sean abundantes, porque es en la proporción de líquido que necesita el bebé. El resto de componentes y nutrientes de la leche están igualmente presentes. Es conocido que en el principio de la toma la leche es más ligera, con más cantidad de lactosa y tiene una función de calmar la sed, refrescar y aportar los azúcares (hidratos de carbono) para suplir las necesidades de hambre. Del mismo modo, al continuar la toma y hacia el final de ésta, la leche es más densa con más proporción de grasas de forma que el bebé se queda saciado y relajado. De ahí la importancia de hacer tomas completas y no retirar antes de que el bebé suelte por sí mismo el pecho o se quede dormido.

– Con la leche materna no hay que esperar horarios rígidos, ni acotar la cantidad de tomas ni de día y mucho menos de noche. La lactancia materna debe ser a demanda porque es la forma de autorregular la producción y ajustarla a las necesidades del lactante. La leche humana es de muy fácil digestión y en pocos minutos ha podido digerirse, y por tanto el bebé mostrar señales de querer mamar de nuevo. Hay ocasiones en que el bebé al ir creciendo va demandando más seguido y después se regulariza de nuevo. Por eso es importante estar atentos al ritmo que precisa el lactante según sus distintas etapas.

– Por último, comento otro mito desafortunado: “si se da el pecho cada vez que pide, se malcría y ser hará muy dependiente”. El resultado de ofrecer el pecho a demanda del bebé, es precisamente el contrario: se establece un estrecho contacto y vínculo entre madre e hijo/a que es la base para que tenga la seguridad necesaria para progresar en su independencia cuando llegue el momento.  Y ese momento siempre llega. Como afirma la psicoterapeuta británica Sue Gerhardt: “Para ser un adulto independiente y seguro, debe ser antes un bebé dependiente, apegado, sostenido, en pocas palabras amado” [El amor maternal

La influencia del afecto en el cerebro y las emociones del bebé. Editorial Elephteria, 2016].

  • Cuéntame por favor qué es LactaSfera, que planes tenéis entre manos!

¡Con mucho gusto! Y gracias por la pregunta.

LactaSfera es la iniciativa altruista, voluntaria y sin ánimo de lucro de un grupo de profesionales de la salud y familias -entre los cuales me incluyo felizmente- para promover, proteger y apoyar la Lactancia Materna Acompañada y Normalizada, como indica nuestro ‘leitmotiv’. LactaSfera cuenta con la colaboración y apoyo del Departamento de Salud de la UAE y de la Asociación Criar.

Los objetivos y componentes del equipo puedes encontrarlos en la página web www.lactasfera.worpress.com.

Lo que nos motiva a impulsar LactaSfera es ser conscientes de la necesidad de las familias con embarazo, bebés y niños pequeños, de disponer de una atención y acompañamiento en esta etapa de su vida, que combine toda la información científica basada en la evidencia del mayor nivel, junto con la cercanía mediante un trato personal e individualizado.

Además, incorporamos el plus de una sensibilidad hacia los colectivos de familias cristianas, añadiendo a ese apoyo a la lactancia el componente de crecimiento espiritual que transmiten la Biblia y los textos inspirados; así como la formación a diferentes grupos, comunidades o iglesias para un acompañamiento eficaz y contribuir a una normalización completa de la lactancia materna en nuestra sociedad.

Estamos convencidos que la lactancia materna contribuye a mejorar la salud y calidad de vida de cada individuo y eso influye en la salud y calidad de vid toda la población. Es un derecho humano fundamental reconocido [Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, 22.11.2016 https://news.un.org/es/story/2016/11/1368931 ] y como tal, protegerlo, promoverlo y apoyarlo mediante esta labor de voluntariado, significa para nosotros una forma práctica de manifestar y vivir el amor al prójimo.

LactaSfera está presente en las redes sociales, donde compartirmos vídeos, experiencias o testimonios de madres, noticias de actualidad relacionadas con la lactancia y encuestas de opinión con respuestas formativas/informativas de los conceptos clave en lactancia materna.

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Además de los artículos en la página web, ofrecemos consultas gratuitas a través del contacto de la página o las redes, y de forma presencial conferencias/talleres y grupos de apoyo (el primero se inaugura en Madrid en dos semanas y próximamente también en Sagunto, Valencia).

Nuestro correo es lactasfera@gmail.com

Deseamos que LactaSfera sea una bendición para muchos, del mismo modo que lo está siendo para nosotros.

E igualmente bendiciones en tu labor desde tu proyecto personal y en nombre de todos agradecer tu interés e ilusión por esta entrevista.

¡Gracias a ti Sarai!

Has sido súper generosa dedicándonos tanta información y tanto tiempo. Aquí queda este tesoro para todos los que lo necesiten conocer. Pero sobre todo, animo a quienes tienen más interés en el tema, que se den una vueltita por todas las páginas y direcciones que has facilitado.

¡Un abrazo!

BIOGRAFÍA BREVE:

Sarai de la Fuente Gelabert.

Barcelona, 11.02.1979.

Médico especialista en medicina familiar y comunitaria

Consultora Internacional de Lactancia certificada IBCLC®

Postgrado en fitoterapia clínica

Masterando en urgencias pediátricas

Asesora médica de la serie de televisión ‘Centro Médico’ emitida por TVE1 (España) y TVE Internacional. Redactora de literatura médica divulgativa en diferentes medios escritos y online (MedicinaTV). Actualmente médico en urgencias pediátricas del Hospital Universitario Sureste de Madrid.

Voluntariado activo en lactancia desde 2013 con la Asociación ‘Sina, lactancia y crianza’ de Valencia, Asociación ‘Criar’, Iniciativa ‘Foro Enlaces’ y recientemente cofundadora de ‘LactaSfera, lactancia materna acompañada y normalizada’.

Revisora de las guías: ‘Guía de Práctica Clínica sobre Lactancia Materna’ http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_560_Lactancia_Osteba_compl.pdf  y ‘Guía para las madres que amamantan’ https://www.aeped.es/sites/default/files/gpc_560_lactancia_osteba_paciente.pdf  del Sistema Nacional de Salud, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Otras acciones regulares de voluntariado en relación a la infancia-juventud (educación no formal/campamentos, asociaciones juveniles y de estudiantes), atención a la mujer y atención a la salud.

Madre de tres hijos, con 10 años de experiencia acumulada en lactancia propia.

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